jueves, 27 de agosto de 2015

el Fuego

Nacido de la espectativa, creció dentro mío con esperanza y constancia.
La ansiedad y la sugestiva violencia reinante me desequilibraba, lograba que estallara en llantos incontrolables.
( Mi sensibilidad ha salido a la luz... )
Pero seguían ardiendo mis esperanzas, ardían y crecían dentro mío y sin pausa... me sentía viva por primera vez.
Mis aliados me cobijaron con sus palabras. Me protejieron de ser deshonrada y exiliada. Hoy cuento con uno solo de ellos, aunque a veces dudo de su existencia, de su fé.

Hoy el Fuego ya no está, ya no lo siento, ya no inquieta mi vientre. Se ha dormido otra vez...
Y mi camino continúa... con mi fé a cuestas. Tan solo éso cuento en mi bolsa.

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