jueves, 23 de agosto de 2012

¡El mejor de los regalos!

Llegamos y ellos ya nos están esperando, con una sonrisa, con un beso (acompañado con moco o caramelo), con un abrazo.
Todos saludan a todos, todos somos parte del todo...

- ¿Tenés tarea?
Es la pregunta que se repite en cada boca.
- Sí.
Contestan algunos.
- No.
Responden otros.
- A ver, mostrame el cuaderno...

Con sus caligrafías que están dando sus primeros pasos, intentamos descifrar lo que hicieron de tarea.
- Bien, tenemos que terminar esta tarea pendiente...
- Practiquemos ésto que te cuesta hacer.
Son algunas de las frases para comenzar a trabajar
Con poca ganas o muchas, ellos se sientan en esos bancos largos, de madera, firmes como la voluntad de la mayoría del lugar, y sacan sus lápices, lapiceras, gomas o liquid... con respeto nos escuchan y prestan atención.

Son sensibles, son frágiles, les cuesta entender algunas cosas o no se las explicaron bien y por eso necesitan que alguien los contengan y ayuden... aunque no lo digan, pero esos ojitos los delatan...

Y hacen lo mejor posible, escriben, tachan o borran lo que les indicamos que tienen que corregir.
Algunos nos cuentan sus cosas, sus gustos, lo que quieren ser cuando sean mayores. Otros simplemente se enrojecen si les damos un beso como premio por haber terminado la tarea. Y hasta se animan a regalarnos dibujitos con soles, nubes, árboles, gente sonriente, flores con mucho color y como firma un TE QUIERO, el mejor de los regalos.

martes, 14 de agosto de 2012

(...)

Ella lo miró fijo, esbozó su típica mueca, suspiró y le dijo, "el frío que sientes no es por el invierno, eso se quita con un buen abrigo, bebiendo algo caliente... tu sensación es mucho más profunda, mucho más punzante que nace desde tu más íntimo ser, comúnmente se lo conoce como temor, él es el que gana a toda espectativa que hace brillar tus ojos, ciega tu corazón y paraliza tu mente... él te gana porque se lo estás permitiendo, porque ni siquiera has empezado a luchar.

Eres dueño y señor de tus fuerzas: envuélvete en ellas y verás cómo tu pequeño demonio desaparece...