lunes, 23 de julio de 2012

Olvidos

Pato se olvidó de saludar a su amigo. Gabriel, de su cita con Delia. Inés, con su vecina. Cristian no olvida del biscochuelo que le debe Lore por una apuesta de hace tres años. Marta se olvidó de anotarse en la facultad. Silvio recordó, tarde, de ir a comprarle alimento balanceado a Baco, su perro, con el pequeño detalle que éso es lo único que come. Marian se olvidó de comprar forro... y ya comenzó el turno. Edgardo olvidó que hoy es el aniversario de bodas, Julia lo espera con un disfraz de conejita. Josefina recuerda bien el cumpleaños de su hija, en cambio su hija no recuerda la de su madre. Benjamín repasa todas las tardes el teléfono de Cata en su celular. Tamara dejó olvidado su amado Anj en la mesita del gimnasio, cuando volvió a la clase siguiente para ver si alguien lo había encontrado, su desilusión se hizo más profunda... Abel no recuerda que le haya pedido plata a Ariel, su compañero. Ariel, resignado, no olvidará nunca de esta experiencia. Soledad volvió a su casa, dejó las cosas que compró en el hipermercado y al empezar a acomodar recordó que dejó a Sebastián en el patio de juegos. Él en cambio ni se dió cuenta, sigue perdido en los juegos. Evo recuerda que en su escritorio está el pasaporte, eso intenta decírselo a los policías que a gritos y empujones le piden la documentación. Un tipo se hace el olvidadizo para pagarle a Isabel lo que le corresponde. Un empleado del juzgado deja olvidado un expediente en una plaza. Lucre se lamenta de no haber llevado su cámara de fotos para impregnar en píxeles lo que está viendo y viviendo en la fiesta del bombo en Santiago del Estero. Lorena tiene presente de esa deuda que tiene con Cristian. Yanina rememora su álbum de fotos de la secundaria, mientras Ludmila, a los llantos, le reclama la hora de la teta. Estefi repasa el listado de los voluntarios presentes y la tarea que emplearon en el día de hoy. Pablo reclama su película "Naranja mecánica" que prestó hace un largo tiempo.

Si todos tuviéramos una memoria excelente, no habría necesidad de pastillas para la memoria, anotadores, agendas, archivos ni reclamos, tal vez el mundo sería distinto... quién sabe.

pd: ah! me olvidé de mandar ese mensaje... perdón

1 comentario:

estragos y luces brillantes dijo...

Lore, casi me olvido de agradecerte que por recordarme los despistes (ahora y el otro día cuando lo charlamos), ese sector de nuestra memoria que llamamos selectiva, me puse a pensar si es necesario olvidar ciertas cosas para poder perdonar, aunque aún no he llegado a ninguna conclusión, se que me va a servir indagar un poco en ese tema (más allá de la decisión tomada).

Es una pena que no tengamos incorporado algo similar al F5 para actualizar nuestra memoria :)

Gracias por tus palabras! (ya me olvidaba).

Abrazo!