lunes, 9 de enero de 2012

destinos

sms L- Mañana nos vemos en la plaza frente a la terminal de Moreno, no?
sms A- Tranqui, estaré ahí.

El domingo a las 9hs, Adrián ya estaba en la plaza esperándome. Me envió un sms sobre su llegada puntual mientras yo estaba esperando el colectivo que me dejaría en el punto de encuentro. Llegué media hora después de él, estaba sentado leyendo sus apuntes porque tenía que rendir un examen para febrero. Nos saludamos y nos encaminamos hacia la fila para tomar el colectivo 203, él se quedó haciendo la fila mientras yo me fuí a la boletería para sacar los pasajes. Al volver a la fila, el colectivo ya estaba en la parada y la gente estaba subiendo, apresuré mis pasos y subimos al vehículo.

Nosotros íbamos a la casa de José, quien me había armado una computadora, él vive en San Isidro, hasta allí debíamos ir, José me detalló el trayecto que debíamos hacer: dos colectivos y un tren. El 203 era el inicio de nuestro viaje, que debía durar, en promedio, una hora. Adrián me estaba ayudando a buscar mi nueva PC.

Al subir al colectivo, no pudimos conseguir asiento hasta después de unas paradas posteriores, cuando conseguimos para los dos juntos, nos sentamos y él, como siempre, sacó su mp3, me fue mostrando el compilado que estaba escuchando: Árbol, Frank Sinatra, salsa, rock, etc, (gracias a él, mi repertorio musical se fue ampliando desde hace años), me dió sus auriculares y siguió estudiando.
Pasados otros kilómetros más, el paisaje me estaba siendo familiar... pero sobre otro destino distinto al que debíamos hacer.
- Qué te pasa? - me preguntó.
- No, nada, estaba mirando...
Miré el reloj, todavía faltaba bastante para llegar, entonces me acomodé y me dormí, creyendo que era idea mía...

Al despertarme, miré hacia mi izquierda, él también estaba durmiendo. Luego miré hacia la ventanilla y mi corazón se aceleró... el 203 estaba girando alrededor de la rotonda de Luján!
No pude evitar pegar un salto del asiento.
- Qué pasa? - dijo despertándose Adrián.
- Estamos en Luján!!!
- Y a dónde debíamos ir? - (me había olvidado de decirle dónde)
- A Don Torcuato!
- Bueno... luego irá a Don Torcuato - me dijo para que me tranquilizara...
- En serio?
- Seeee
Lo miré, al verlo tranquilo, pensé "y bueno..."

Al llegar a la terminal de Luján, todos los pasajeros estaban bajando, me acerqué al conductor y le pregunté
- Acá termina?
- Sí
Miré a Adrián y nos bajamos.
Busqué un local de "Atención para el público" y allí pregunté:
- Hay algún colectivo que nos lleve a Don Torcuato?
- No, deben ir a Moreno y tomar el 203 que va a Don Torcuato.
Nos miramos con Adrián y fue inmediata la risa.
- En diez minutos sale el micro 57 rápido que va a Moreno, si se apuran... - nos advirtió el guía.
Nuevamente, mi amigo hizo la fila y yo saqué los pasajes, en la cabina de pasajes no paraba de burlarme a mí misma por mi idiotez de no mirar el cartel de aquel 203 que, obviamente, decía Luján, estaba confiada que esa línea tan solo iba a Don Torcuato, y Adrián nunca se fijó porque confiaba que yo sabía bien cómo ir...
Tomamos el micro que nos llevaría devuelta a Moreno... sentados, nos dormimos ya que el viaje iba a durar una hora...
Ya en Moreno, tomamos el 203 correcto (a Don Torcuato), nos fijamos bien!
Durante el trayecto me llega un mensaje:
sms J - ¿Por dónde van?
sms L - En Moreno. Nos equivocamos de 203 y fuimos hasta Luján. Ahora vamos al que va a Don Torcuato.
sms J - Van a llegar a tiempo? a las 12 tengo que ir al laburo!
sms L - Si no llegamos, avisale a tus viejos y a ellos le daremos la plata.
sms J - Ok, los espero.

En medio del trayecto, Adrián me dá un codazo
- Mirá a aquel señor, decime si no se parece a Lacan!? - me dijo muy sorprendido.
Lo miré bien, por un buen rato, el señor estaba sentado con su señora.
- Sí - le contesté - se parece mucho a Lacan.
En eso, Adrián mandó mensajes de textos a sus compañeros de la facultad "estaba viajando con Lacan" o un clon...
Mi amigo lo miraba casi sin pestanear, noté que el hombre se estaba incomodando ante su insistente mirada.
- Dejá de mirarlo! - le susurré - se dió cuenta!
- Es que no puedo creer que esté viajando con Lacan!
Sonaba su celular, eran las respuestas de sus compañeros que se burlaban por semejante delirio.
Por suerte, para el hombre, nosotros nos bajamos a los pocos minutos.

Jose se estaba impacientando a través de los mensajes... ya eran como las 12:30...
Finalmente llegamos a destino: con calor, cansados, con hambre, sed y hartos de viajar...
La fresca habitación de Jose nos permitió recuperarnos mientras me mostraba todo lo que tenía mi nueva computadora. Adrián se entretenía tocando la guitarra de Jose.
Listos para emprender la vuelta, el padre de Jose nos propone un viaje mejor: tomar dos colectivos hasta Moreno nada más...
Adri y yo nos miramos...
Y así fué, una vuelta más rápida y cómoda. Y con CPU nuevo!

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