Te sientes hijo de Platón, aventurándote hacia el nuevo mundo que amanece ante tus ojos.
Configuras notas al ritmo de tu líbido.
Visitas otras cuevas por simple curiosidad y te crees libre al hacerlo.
Lo gritas, lo lloras, lo extaseas.
Libre es tu cuerpo.
Y lo único que añora tu mente es la Cueva de la que saliste.
Eres esclavo de tu ego desbalanceado, bipolar y deprimente.
Hijo de Edipo, has elegido el destino cómodo de tus ancestros.
Y el vacío es lo que esta gobernando a tu amor.
3 comentarios:
Es precioso.
Hermoso escrito Lorrein! Muy poético, muy profundo, bellísimo!
Anónimo: Gracias!
Mooncita: Me reconfortan tus palabras! :D
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