Con el avance tecnológico, hoy en día muchas más personas pueden expresar sus ideas, pensamientos, y demás cuestiones.
Hay quienes lo hacen de manera sencilla, clara y correctamente escrita. Diríamos unos buenos practicantes de la gramática. Pero hay quienes no poseen esa capacidad y talento.
Por la web se lee de todo sobre todo y con todo. Leer todo este tsunami de textos es imposible. Estamos obligados a ser selectivos en el momento de leer...
Si antes, los escritores más aclamados, los editores, los críticos, eran las voces autorizadas en dar una opinión de un escritor principiante. Hoy en día cualquiera lo es.
Si cualquiera puede escribir, cualquiera puede criticar. El detalle es, el modo con que se critica y el qué se critica. Lo más popular, en la web, es la ortografía del escritor. Y sí... realmente es incómodo leer si en un mismo texto hay más de dos errores ortográficos, pero nuestra mente tiene la capacidad de "corregirlo" durante la lectura si es que el lector realmente tiene ganas y la capacidad de comprender lo que está leyendo, ésto último, para mí, es importante.
Y es entonces que la mayoría les ataca el espíritu del profesor de literatura y comienzan con sus remarcaciones sobre ese horror ortográfico: "ay, me dolieron los ojos al leer" y sentencia con "si no tuviera tantos errores ortográfico creería que este texto es cierto"
Vaya... así que si un texto o una voz hablante dice falacias, errores sobre algún hecho o mentiras pero no tuvo ningún error ortográfico o habló gramaticalmente bien, se le cree así de simple! Pero si alguien que está comenzando a escribir dice algo importante no se le creerá porque "no lo dijo de manera correcta". Es evidente que aún estamos ante una sociedad que juzga por lo que ve y no por lo que analiza lo que ve... Si hay un ruido en la transferencia de ideas, algunos simplemente lo dejan de lado pero si una transmisión es nítida, llamativa y clara, se quedan embobados atendiéndolo...
Cuantas voces no son escuchadas por no "alcanzar" la comunicación idealizada por la mayoría. Cuantas voces son escuchadas disfrazadas de realidad, verdad y estética.
Es importante escribir "bien" y más importante es que ese mensaje sea comprendido en su esencia.
Lo que más se oye es el grito pero lo que mejor se entiende es la voz suave.