martes, 20 de julio de 2010

Sigo pensando cómo expresarme para comenzar a tipiar sobre lo que significa la Amistad y aún no logro encontrar la mejor forma de hacerlo...
es entonces que pienso en cada uno de mis Amigos,
los que son,
los que fueron,
los latentes,
todos, en cada segundo, en cada circunstancia han sellado en mí algo que cambió y amplió mi forma de ver este maravilloso Tesoro.
Me doy cuenta que no hay palabra que pueda describir completamente lo que se siente cuando pensas en ellos, resulta incompleta y hasta fría;
cada signo lingüístico es insuficiente...
Los hechos, los gestos son los que se acercan tibiamente a ese sentimiento:
un abrazo,
una mirada que te indica esa predisposición a escucharte,
una opinión sincera,
un llamado, mensajito de texto, mail, etiquetado virtual, saludando porque sí,
una sonrisa al verte,
sin que lo notés está atento a tus momentos que compartís, y cuando nota de tus momentos grises se preocupa por averiguar qué pasó,
cuando te banca tus errores, tus defectos pero te los dice para que te dés cuenta,
un chiste para hacerte sonreir,
una palabra de aliento,
y muchos gestos más... cada uno tiene la imaginación y creatividad para cuidar la Amistad; eso lleva tiempo, entrega y perseverancia, como así también se necesita de la capacidad de valorar esos gestos sin temer a alguna "segunda intención".

Antes veía a mis amigos casi como semidioses, ahora los veo como lo que son: humanos,
y los quiero más de esa manera!

Cada palabra que digo pasa por mi mente cada ser humano que conocí desde mi niñez hasta ahora, los que conocí y conozco personalmente y de manera virtual... y me emocionan con una sonrisa, siempre están y estarán presentes, sinceramente no sé que sería de mí... sin ustedes!

Saludar a los Amigos un día no es suficiente,
Abrazarlos bien fuerte todas las veces que se pueda es lo más indicado!!!

:D



Lorena
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miércoles, 7 de julio de 2010

Peregrinación

Con varias cicatrices selladas y una herida aún fresca, inicio este viaje hacia el mundo que tanto postergué...

Fueron varios los motivos pero ninguno con tanta importancia como el miedo, el cual a veces es necesario tenerlo para diagramar bien el próximo movimiento antes de lanzarse a la acción, el problema surge cuando ese miedo domina el Ser por completo, paralizándolo y dejándolo cuasi piedra en medio de una llanura cuyo paso del tiempo, a corto plazo, no le afecta; pero sí el constante roce de la Naturaleza con el paso de los siglos.

Así era yo, una piedra.

Hace un par de años, un rayo de conciencia impactó en mis ojos, sentí que nacía de nuevo... en ese renacimiento volví a aprehender más de lo que creía haber aprendido: tomé conciencia que no sabía nada, qué gran decepción.
Gracias a mi naturaleza reinventiva, comencé a construirme con lo poco que tenía en mi manos; sorpresivamente noté que en mi alrededor observaban mi figurín de arcilla y eso me animó a seguir con ella. Lo armaba de acuerdo al aplauso de los demás.

Pobre ilusa.

Al ser novata en todo, se es muy fácil caer en espejismos, duendes y mushis. Pero de esa manera se aprende a sobrevivir y hasta ahora lo he logrado.
Aunque estuve virtualmente fuera de mi camino: por querer tomar atajos, éstos me llevaron a ninguna parte y tan solo me dejaron secuelas de las que ahora las miro como cuentas de rosario.

He terminado de rezar la última cuenta de esta primer parte del camino.

Ahora, aun aturdida de dolor y fatiga, estoy renaciendo (nuevamente) enfocada hacia un peregrinaje interno, ahora la construcción es para y por mí.

Difícil tarea.

Sigo en medio de las penumbras, la única luz que me ayuda a continuar en movimiento está débil pero sé que es eterna, tan solo se apagará el día que me dé vencida.
Por suerte, cuento con una serie de energías, exteriores a mí, que me rodean y nutren a mi pequeña luz para que yo continúe caminando... Parte de mi fortaleza son esas energías que me aceptan y me comprenden tal cual soy.



Marez
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